Edad.

Un buen día me levanté por la mañana y me di cuenta de que me había hecho mayor. No me importó, simplemente me di cuenta de que el reloj contaba tanto hacia adelante como hacia detrás.

Desde entonces, no hay nada muy diferente. Cada mañana me ducho, escucho mucha música, voy a conciertos, paseo de un lado a otro y sigo soñando con ponerme manos a la obra con un libro y que mucha gente me lea.

Así que supongo que soy de esos que dicen que hacerse mayor no duele. La única diferencia es que cuando se pone a llover y te mojas, parece que tienes un poco mas de frío.

Pero me sigue gustando mojarme.

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