Mi turno.
Sin saber ni como ni por qué, uno se acaba dando cuenta de que la vida nunca ha sido como lo pensaba, se da cuenta de quien siempre está ahí a veces no está tanto, y te enseña que a veces confiar de más es un problema que poco a poco se va mete en tu cabeza hasta el punto de darte cuenta que quizá en toda esa confianza hay un poco de mentira.
Lo que hacen unas cervezas de más es hacerte ver que las cosas no son como se ven, sino que detrás hay algo escondido siempre, yo no juzgo, de verdad que no juzgo y entiendo que muchas veces el amor puede más que las palabras, pero llegados al punto en el cual la mentíra supera todo eso es difícil de aguantar.
He cambiado y lo reconozco, tal vez lo que ayer me hacía ponerme como una fiera, hoy no me da igual pero me lo tomo de otra manera, yo sé como soy, sé como he sido y sé como seré el día de mañana, pero por mucho que lo haya hecho nunca he prometido de verdad que estaría ahí y a veces la vida, las situaciones o tal vez por que no unas cinco o seis cervezas nos hacen hablar de más, y gracias a eso te das cuenta de que al final todo es un engaño, que por miedo a reacciones, por miedo a ser juzgado uno nunca es sincero... pero, por qué? Por qué a pesar de darlo todo, de ser diferente, de ser mejor de lo que eras antes nunca es suficiente para que alguien te quiera de una forma verdadera y sea sincero contigo... la verdad que estoy dolido pero tranquilo, dolido pero sonriente, dolido pero... dolido al fin y al cabo.
Mañana no pensaré en esto, mañana quizá no querré pensarlo, esperare mi turno para tomar café y esperar que una vez más me cuenten cosas que no son reales, me cuenten una versión de la historia, me cuenten que yo a veces, que el siempre, que nosotros nunca.. y seguiré sonriendo, por qué al final, soy el único que tiene poder sobre lo que le puede o no hacer daño y hoy he decidido que nada me hará daño, es más que si me duele aprenderé, si me duele sonreiré y aunque me duela aquí estaré aunque no sea lo que más quiero.
Mañana será otro día de mierda para ser positivo.
Suena: Izal - Pequeña gran revolución.
Lo que hacen unas cervezas de más es hacerte ver que las cosas no son como se ven, sino que detrás hay algo escondido siempre, yo no juzgo, de verdad que no juzgo y entiendo que muchas veces el amor puede más que las palabras, pero llegados al punto en el cual la mentíra supera todo eso es difícil de aguantar.
He cambiado y lo reconozco, tal vez lo que ayer me hacía ponerme como una fiera, hoy no me da igual pero me lo tomo de otra manera, yo sé como soy, sé como he sido y sé como seré el día de mañana, pero por mucho que lo haya hecho nunca he prometido de verdad que estaría ahí y a veces la vida, las situaciones o tal vez por que no unas cinco o seis cervezas nos hacen hablar de más, y gracias a eso te das cuenta de que al final todo es un engaño, que por miedo a reacciones, por miedo a ser juzgado uno nunca es sincero... pero, por qué? Por qué a pesar de darlo todo, de ser diferente, de ser mejor de lo que eras antes nunca es suficiente para que alguien te quiera de una forma verdadera y sea sincero contigo... la verdad que estoy dolido pero tranquilo, dolido pero sonriente, dolido pero... dolido al fin y al cabo.
Mañana no pensaré en esto, mañana quizá no querré pensarlo, esperare mi turno para tomar café y esperar que una vez más me cuenten cosas que no son reales, me cuenten una versión de la historia, me cuenten que yo a veces, que el siempre, que nosotros nunca.. y seguiré sonriendo, por qué al final, soy el único que tiene poder sobre lo que le puede o no hacer daño y hoy he decidido que nada me hará daño, es más que si me duele aprenderé, si me duele sonreiré y aunque me duela aquí estaré aunque no sea lo que más quiero.
Mañana será otro día de mierda para ser positivo.
Suena: Izal - Pequeña gran revolución.
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